27.7.07

Sentimiento de ser poseído, estímulo del deseo

Este artículo me lo hizo llegar Juan Alberto, un lector de mi Blog que se transformó en colaborador y espero que amigo. Desde aquí te agradezco y espero que sea sólo el inicio de una largo intercambio con nuestros lectores. Un abrazo y muchas gracias.
¿Qué es lo que me excita tanto cuando pienso en que voy a tener sexo con un hombre activo? Esta pregunta me la he hecho muchas veces y llegué a algunas conclusiones que quiero compartir.
Después de una larga trayectoria heterosexual y variadas fantasías homosexuales, hace apenas tres años tuve mi primer contacto real. A partir de ese momento, nada fácil, descubrí que tenía posibilidades de goce que no hubiera podido conseguir mientras cumplía mi rol masculino. Ser hombre no significa solamente penetrar en la relación sexual, sino también otras muchas cargas de responsabilidad sobre cómo llevar adelante esa relación, el compromiso de la erección, la demostración que uno es un gran macho, una especie de padrillo insuperable. Es necesario demostrar, con cada mujer con la que uno se acuesta, que es “el que manda” o, por lo menos, que acompaña a su mismo nivel, nunca inferior.
Pues bien: para mí, tener relaciones sexuales con un hombre es equivalente a tomarme vacaciones. Dejo por un rato mi papel masculino y me convierto en hembra. Gozo haciendo gozar, con la experiencia y el conocimiento empírico sobre qué es lo que puede enloquecer a un hombre. Entiendo su placer al sentir que su miembro ingresa en mi cuerpo, sé que si grito y me muevo con frenesí aliento su ego y, por lo tanto, lo excito más aún y toco el cielo con las manos cuando percibo su orgasmo que, en ese instante, me pertenece, porque yo lo provoqué, con mi cuerpo y mis caricias.
Por todos estos motivos soy decididamente pasivo en mi contacto sexual con un hombre. Me satisface saber que él me convierte en hembra, porque quiero serlo en esos fantásticos momentos compartidos. Todavía no conozco mis límites, sólo los intuyo. Siempre está la posibilidad – o la fantasía – de que aparezca aquel que me empuje más allá de lo que experimenté. Mientras tanto, la paso muy bien, a pesar del miedo de que algún día alguien descubra mis “desvíos”, ya que en mi vida fuera de la cama, desnudo y haciendo el amor con otro hombre, está muy lejos de la imagen social, profesional y familiar por la que me reconocen diariamente.
¿Está bien? ¿Está mal? No me hago estas preguntas cuando me entrego como hembra, lo cual lo hace todo mucho más delicioso.
Juan Alberto

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen comentario

Anónimo dijo...

Me identifico mucho tu experiencia. Soy bisexual de closet y nadie lo sabe. Tuve tantas fantasias homosexuales, masturbacion anal y pornografia gay...en fin...hasta que un dia no aguante mas y contrate a un escort para sentir por fin un pene de verdad....me senti una hembra absoluta. no tengo palabras para describir lo que senti aquella primera vez al tener un pene frente a mi...mi corazon latia a mil mientras se lo chupaba...cuando me penetro gemi como perra y cumpli mi fantasia...y aun sigo pagando a escorts en el mas absoluto secreto.

alecastillo dijo...

Me identifico plenamente con este comentario. Ocurre cuando me encuentro frente a un hombre activo, seguro de si mismo y es ahi que no puedo evitar sentirme a sus pies...exactamente una hembra a sus pies. tengo temor de que esa "doble vida" se descubra, pero es que en realidad esa "doble vida" es una sola para mi.

Gracias de nuevo

Ale Castillo
alecastillo1972@yahoo.com

Anónimo dijo...

A mi me ocurre que cuando tengo al macho erecto de frente a mi aún me late fuerte el corazón, sabiendo que seré tomado para que disfrute me escita, como bien dices es un descanso de no preocuparme en llevar ninguna iniciativa, todo corre a cargo del activo , yo soy particularmente suyo en ese memonto, no necesito pensar si he de penetrar o no, cuando he de actuar, qué postura he de tomar a cuatro o al misonero , todo corre a cargo del macho que me enculará y cuantos deseos tenga los he de cumplir, despreocuparme si el amigo que trae es bueno o malo, si entrará bien el pene grande que trae el amigo, nada es ya decisión mía como bien dices son unas auténticas vacaciones, toda la vida al estar con una mujer he tenido que tomar estas decisiones y con este rol fantástico de pasivo (t) me desentiendo completamente de mis obligaciones de macho, pero por otra parte muy gustosamente me hago sumiso y estoy a su disposición tanto si desea hacerlo en reservado como incluso delante de otros machos, a ellos les gusta mostrarse amos y dominantes tomandome delante de otros que solo miran o son simplemente mirones reiterados, los demas machos van tomando nota de los pasiva que soy y también posteriormente solo he de esperar que me liguen y deseen cubrirme, mi gusto es ese el saber que produzco erecciones a hombre como yo y que les escita de sobremanera el rol de macho activo dominante.

antonieta dijo...

Aunque aún soy virgen por detrás he tenido varias oportunidades de conocer la gloria del sexo anal, soy pasivo, pero si me entregara a un macho primero me arrodillaría y se lo mamaría, ese es uno de mis mayores sueños, después le pediría que me meta la lengua en mi culo, lo que llaman el beso negro, lo he probado dos veces, una vez fue mi novia que estaba tirando con mi mejor amigo y ella quería que él me cogiera pero mi amigo no quiso, yo lo lamenté mucho y otra vez una muchacha que ayudaba en los quehaceres de la casa, yo estaba vestido con un sostén y una tanga de mujer, ella me vio así, me toco el culo y después me hizo acabar con el beso negro fue muy divino