2.8.08

Re-programar, re-convertir, re-educar

Evidentemente, sostengo que hay una base genética, biológica en todo lo relacionado con nuestra parte hembra (con esa parte hembra se nace). Esa base genética, no se puede manifestar por cuestiones socio-culturales, y entonces se reprime. Pero es tan fuerte la presión social, que aún estando en una habitación cerrrada con un macho, a veces tampoco la manifestamos. Y cuando la parte hembra quiere manifestarse, no encuentra un canal adecuado para hacerlo, porque no fuimos educados para reaccionar como hembras.

Entonces lo hace, a través de un único programa: el del macho. Fuimos educados, para ser “machos”, porque como tenemos pene, la sociedad asume que mentalmente también somos machos. Pero da la casualidad, que muchos hombres (como nosotros), somos ambas cosas: lo exterior es de hombre, pero lo interior es de hombre y hembra a la vez. La programación cultural, dejó de lado y enterró esa parte hembra, porque el colectivo social no asume que un hombre pueda ser ambas cosas. La diferencia con otros hombres que desean y necesitan una reasignación de sexo, es que nosotros queremos vivir nuestro lado hembra siendo hombres, pero no mujeres. Y esto último es MUY importante, para no confundir las cosas.

Por eso creo, tenemos que reprogramar culturalmente una parte de nosotros. Y reprogramarla, supone ponerle otro programa, para que lo mismo funcione de otra menera. Que lo mismo tenga un significado distinto. Y a esto le llamo, una re-programación cultural que no es otra cosa que una reprogramación mental, de una parte de nosotros. Esa re-programación, consiste en quitar el programa “macho” de una parte de nosotros, ya que obstaculiza el desarrollo de la parte hembra. Ésta no solamente no se ha podido desarrollar, sino que cuando se manifiesta, lo hace a través del programa “macho”. Por eso, hay que propender a que nuestra parte varón funcione con el programa “varón” y que nuestra parte hembra, funcione con el programa “hembra”. Esto parece sencillo, pero no lo es, porque hay que borrar un programa de una parte de nostros, y volverlo a escribir con otros códigos. Esto es, que cuando estamos en presencia de un macho, funcionemos con el programa correspondiente a “hembra”.

Es por eso, que todos mis esfuerzos están destinados a producir una reconversión mental de una parte de nosotros mismos, para darle un nuevo significado, a cada uno de nuestros actos de varón cuando estamos en presencia de un macho. Por eso, en presencia de un macho nuestra erección va a adquirir un nuevo significado, lo mismo que nuestra eyaculación, que nuestras posiciones, que nuestras palabras, que nuestros gestos... etc. etc. En lo exterior nada cambia, pero interiormente todo lo que nos va pasando adquiere una nueva dimensión.

Muchos hombres, me escriben y manifiestan que en mis palabras encuentran la expresión de su interioridad. Que siempre lo sintieron pero que no lo habían podido expresar. Esto muestra, que hay una realidad dentro nuestro que quiere manifestarse, pero que no encuentra cómo. Lo mismo pasa en el sexo, porque si esa parte hembra no se manifiesta, y no crece, la relación sexual con un macho va a parecer siempre poco satisfactoria, o que no llegamos a la penitud. Y para llegar a esa plenitud, esa parte hembra que tenemos dentro, debe encontrar los canales adecuados de expresión, cosa que solo es posible si re-educamos una parte de nuestra interioridad, para que se pueda expresar como corresponde.

Este es un largo trabajo, que supone una gran autenticidad y sobre todo no tener miedo de espresar lo que somos. Pero también es un trabajo que no lo podemos hacer solos, porque necesitamos del hombre macho, que es la otra cara de esta moneda. Él será quien favorezca esta expresión. Deberá percibir en nosotros esa parte hembra, y hacer lo posible por sacarla, por incentivarla, por quererla conocer. Y la gran mayoría de las veces al hombre macho le gusta esta combinación que somos. Esto es, les gusta relacionarse con nuestra parte hembra, expresada a través de un cuerpo totalmente masculino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad q me encanta ser pasivo pero no siento q haya nada de hembra en mi y me encanta ser hombre , creo q existe mas de una forma de ser pasivo , te dejo mi dir www.posmodernoygay.blogspot.com
www.uruguaygayefebico.blogspot.com

Mar dijo...

No se si es una maldicion o bendicion sentirte hombre y mujer al mismo tiempo. Pero estoy de acuerdo contigo, existe sin duda algo genetico. Y es duro que no sea libre de manifestarse sin recibir juicios por programación cultural que mencionas. Hay que aceptarlo y abrazar ese interior, pero creo lo mas duro es transitar entre estos dos mundo, varon y hembra por la cargar cultural y porque creo no se, perdon si me equivoco al aceptarte como hembra, creo ya no se puede ser 100% macho y esto no lo veo como negativo. Ese transitar o manejar estos diferentes mundos todavía no lo entiendo, apenas voy iniciando esa aceptacion, tus publicaciones dan una Luz tremenda en este camino. Muchas gracias. Si alguien quiere escribirme sobre este tema Mar.intimity@gmail.com