15.3.11

¿Cuándo una hembra es auténtica?

Muchas veces habrá pasado por tu cabeza la idea de distinguir en uno mismo, o en otro, cuando un hombre lleva dentro a una hembra o no. La pregunta del título no es fácil de contestar en pocas palabras, pero intentaré por lo menos dar algunos tips, que a mi entender son fundamentales. Pero antes, debemos hacer una distinción entre lo que significa una hembra y un hombre disfrazado de mujer. No hay que confundir el gusto por usar prendas femeninas, como sinónimo de hembra. Son dos cosas bien diferentes, y a la hora de saber cuando una hembra es auténtica, el aspecto exterior de una persona no nos aporta ningún elemento. Esto es, no nos dice nada. Esto lo podríamos resumir en una frase usando un juego de palabras, una hembra puede vestirse de mujer, pero no todo hombre que use prendas de mujer es una hembra. Y observen que usé la palabra “vestirse”, porque cuando una hembra siente expresada su interioridad usando prendas femeninas, en realidad se viste. Porque viste su realidad interior. Por el contrario, a quien le gusta verse con prendas femeninas, pero no se siente hembra interiormente en realidad no se viste, sino que se disfraza. Esto no significa un juicio de valor sobre lo que hacen las personas. No estoy diciendo que es mejor vestirse que disfrazarse. Lo que sí estoy afirmando, es que es muy importante tener en claro esta distinción, porque de lo contrario se puede caer en el error, de pensar que quienes se disfrazan de mujer, son las auténticas hembras.

Y aquí el primer tip para saber si estamos frente a una auténtica hembra: es su interioridad quien define su autenticidad, con total independencia de lo exterior. ¿Y qué elemento de la interioridad sería el más definitorio? A mi criterio, hay test muy simple que cada uno puede aplicarse a sí mismo haciéndose la siguiente pregunta ¿me siento capaz de renunciar definitivamente a penetrar a otro hombre? Si la respuesta es sí, ¿qué grado de dificultad te representa eso? Si la respuesta es “ninguna… renunciaría ya mismo”, creo que estamos frente a un elemento que puede definir a una auténtica hembra. Esta es una renuncia especial, porque produce goce. Al contrario de otras renuncias, que conllevan sacrificio.

El problema que se plantea aquí, es que frente a esa renuncia a penetrar, debe haber un camino alternativo para el goce sexual. Y ese camino alternativo, que excluye la penetración, debe sentirse como superior al de la penetración. Y aquí el segundo tip, para saber cuando estamos frente a una auténtica hembra: considerar que el camino alternativo a la penetración es muy superior en términos de goce sexual y de realización personal, al camino del goce a través de la penetración.

El tercer tip, sería saber si se está dispuesto a vivir en forma permanente de acuerdo a la renuncia. O sea asumir en términos de realidad, esa renuncia. Porque si estamos frente a una situación pasajera, no hablamos de una auténtica hembra. Por eso, es muy importante la estabilidad. Eso no excluye que haya un camino, por el cual se llega a descubrir la hembra interior. En lo humano todo se logra a través de procesos, pero mientras se está en el proceso, no hablamos de autenticidad todavía. Sino que hablamos de autenticidad, como resultado del proceso.

Es bueno aclarar a esta altura de post, que cuando hablo de excluir definitivamente la penetración como un elemento clave para determinar la autenticidad, lo hago con respecto a otro hombre. Esto significa que si estamos frente a un hombre bisexual, éste seguirá penetrando al sexo opuesto. Aún así, lo importante es la renuncia que hace con respecto a su mismo sexo, y no con respecto al sexo opuesto. Esto es importante aclararlo porque hembra no es exclusivo de algunas opciones sexuales, sino de todas. Se puede ser hembra bisexual, o hembra gay. En esto no hay ninguna diferencia, ni hace a la autenticidad. Por eso, reitero el concepto de que hembra se define con respecto a otro hombre, con independencia de si se es gay o bisexual.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante
Me alegra que sigas escribiendo
Un saludo de un pasivo

CLAW dijo...

hola, me considero lo que tú llamas un macho activo, sin embargo siento que mi pareja no es del todo una hembra. ¿puede, entonces, llegar a convertirse en una, o simplemente será un pasivo que no llega a la totalidad?

Anónimo dijo...

Soy pasivo,de hecho nunca penetré a un hombre. Cuando veo a un hombre
le entrego mi cola, y gozo muchísimo con la penetración.Ni siquiera me masturbo mientras lo hace ya que toda mi disfrute está en mi cola.
Sin embargo cuando estoy solo, me masturbo frecuentemente y la imaginación me hace llevar en estar yo en una habitación con muchos hombres turnandose para entrar en mi cola.
Eso me hace menos pasivo?.

Martin.

jairokonstanz dijo...

La autenticidad es algo complejo de lograr, implica una autodescubrimiento y autoaceptación como hembra. Poco a poco vamos definiendonos y afirmandonos en lo que somos, lo cual es difícil para todo mundo, pero más aún para los hombres pasivos totales, ya que debemos enfrentarnos a esa doble condición de hombres y hembras para la cual no nos educan ni existen muchos referentes en la sociedad, de ahí la gran importancia del trabajo de Marcelo con este blog, ya que gracias a él tenemos un foro de discusión y un punto de encuentro. Besos, Jairo

Anónimo dijo...

hola
me considero una hembra
nunca e penetrado a un tipo y como escriben mas arriba mi goze esta en entregar mi cola, en sentirme poseida, en sentir que cuando me penetran mi cola se amolda a el pene que me hace suya, encontrar este blog me a resultado muy ilustrativo de lo que soy, de lo que siento, cuando uso ropa femenina y cuando en los camarines veo a algun macho y mi cuerpo tiembla por ser poseida...

Anónimo dijo...

Soy casado experimentando situaciones de pasivo y mi esposa se comporta como activo hombre x medio de un juguete sexual pero estoy confundido xq mi esposa aveces le molesta eso de mi y no se q pensar me podrian ayudar gracias

Marcelo dijo...

Hola:

Si escibes a mi mail, puedo darte algunas ideas, por aquí ese tema es muy largo de tratar. Te dejo mi mail: bibiaqui@yahoo.es

Un afectuoso saludo

Anónimo dijo...

tuve sexo con mujeres pero no me gusto mucho,emcambio probe con hombres entregandome todita me senti mujer cuando ellos empezaban a penetrarme yo me sentia autentica feliz y daba gracias x sentirme completa cuando me penetraban me sentia una mujer de verdad y hoy en dia me cuido las piernas la cola con cremita para estar siempre linda y suave para ellos

Anónimo dijo...

nunca he penetrado a un hombre, nunca lo penetraré, mi macho nunca lo permitiría

Anónimo dijo...

Ser hembra para mí, no es disfrazarse de mujer y hacer el ridículo , dando pié a las burlas de los que nos denigran.
En mi caso, en la calle soy un hombre común y corriente; pero en la intimidad, soy una hembra que entrega todo al macho, disfrutando de ser tratada como tal y siendo dominada a su gusto.
Me siento realizada, haciendo gozar a mi amante, mas que gozar yo.

Minna dijo...

Para mi no representa ningún sacrificio renunciar a penetrar a un hombre, el sacrificio sería lo contrario. Yo asisto a una relación emocionada por el hecho de saber que el macho encontrará placer en mi cuerpo y me penetrará y me llenará de su herramienta masculina hasta encontrar su satisfacción sin preocuparse nunca por mi pene. A veces consigo venirme sin tocarme, pero si no lo logro estará bien, mi placer será el de sentirme dominada y penetrada. Incluso si estoy excitada y no hay un macho conmigo, buscaré mi propio placer con mis dedos o con algún artefacto, sin pensar que adelante tengo algo que pide a gritos que lo toque, la tentación es mucha pero mi mente hembra me permite no caer en ella.

Marcelo dijo...

Minna:

Gracias por tu comentario. Es muy bueno lo tuyo. A veces la tentación puede ser mucha, pero no hay que caer en ella. Es fundamental no tocarse nunca. Luego de algún tiempo (algunos años), va a desaparecer el instinto de llevarse la mano por delante completamente. Aún si cediéramos en la tentación de tocarnos por delante, seguir adelante con el firme propósito de no hacerlo. Es una costumbre que hay que erradicar por completo. Cuesta mucho, da trabajo, pero la convicción y la voluntad deben poder más. Porque el gozo produce dejar esa práctica, es inigualable.

Beso cariñoso.

Anónimo dijo...

Hola, aunque he tenido que ocultarme como femenina en mis maneras, siempre me he sentid mujer y así lo he dejado saber a mi hombre...

Carlos dijo...

A mí me pasa lo mismo, mi goce es en la cola y en la boca, dar una buena mamada y tragar la acabada es un acto supremo. Hasta ahora no se cómo es acabar sin tocarme, sólo me masturbo después que mi macho acabó.