Higiene: una solución alternativa y práctica.

Este artículo me lo hizo llegar Juan Alberto, un lector de mi Blog que se transformó en colaborador y espero que amigo. Desde aquí te agradezco y espero que sea sólo el inicio de una largo intercambio con nuestros lectores. Un abrazo y muchas gracias.

He descubierto una solución alternativa para hacerme una cuidadosa enemita, con un implemento más fácil de ocultar que una pera convencional de goma, por lo que quisiera compartir mi idea con otros pasivos como yo que, además, necesiten la mayor discreción posible. Se trata de un recurso económico y sencillo: una jeringa descartable de 20 cm3 o más. Una vez comprada, nos deshacemos de la aguja. Luego, con un cortaplumas o similar, cortamos el pico al ras, dejando sólo el agujerito de salida de la jeringa, de modo que no lastime, utilizando, en lo posible, el lubricante que facilitará la penetración. En general, suelo cargar la jeringa con agua tibia del bidet, haciéndolo funcionar a pleno, de modo que se forme una lagunita de suficiente espesor como para cargar la jeringa. Luego introduzco tres o cuatro veces el contenido de la jeringa hasta que mi recto quede lleno, evacúo y repito la operación hasta que el agua me salga limpia.

Una ventaja adicional es que si fuéramos a tener un encuentro de sexo y no contamos con la pera, el problema se soluciona comprando una jeringa y una hoja de afeitar para adecuarla a nuestras necesidades, en cualquier farmacia.