Confidencias
Ante todo gracias a todos los que me han contestado, tanto a mi correo particular como como con comentarios. También a aquellos que han tenido la paciencia de leerme, pero no han comentado. En todos los casos contando su experiencia y alentándome a seguir explicando y relatando todo esto que voy descubriendo en mí, con relación a los hombres. En este sentido quiero decirles que sobre este asunto, no he encontrado literatura seria, y todo lo que escribo es fruto de la reflexión y la experiencia personal. Por lo tanto tomese exclusivamente, como tal. Pero me encantaría poder leer algún estudio sobre estos temas. El objetivo principal de todo esto, es salir de mí mismo compartir y recibir sus experiencias que me enriquecen muchísimo.
Siempre tuve la inquietud de saber, por qué dentro de mi lado homosexual soy pasivo. Y si bien es todavía para mí una incógnita, como lo es mi bisexualidad, no me canso de reflexionar sobre el tema y leer todo aquello que llega a mis manos. En primer lugar les diré lo que pienso sobre la cuestión de activo-pasivo.
No defino a pasivo y activo “roles”. No los considero como tales, aunque use los términos por comodidad. Para mí son ACTITUDES Y RESPUESTAS inspiradas y generadas en nosotros, por otro hombre. Y estas actitudes responden a una infinidad de variables (internas y externas), que no voy a analizar aquí. Pongamos un ejemplo: se encuentran dos hombres. En ese encuentro ¿qué me inspira el otro? ¿cómo me hace sentir? ¿cómo respondo frente él?
La clave está en esto ¿deseo pertenecerle o dominarlo? ¿deseo ser suyo, o por el contrario deseo que sea mío? ¿me inspira el deseo de entregarle mi intimidad o de entrar a la suya para “apoderarme” de él? Puede ser que la respuesta sea la misma siempre, o que varíe de un hombre a otro, o que varíe con un mismo hombre en un mismo encuentro. De tal forma que esta respuesta puede darse en forma permanente o ser transitoria. El ser pasivo o activo, es algo que se va sintiendo en los sucesivos encuentros. Pero en todos los casos es una respuesta y una actitud hacia el otro hombre. En mi caso la respuesta es siempre la misma, y no varía de un hombre a otro. Mi respuesta frente a un hombre, en este sentido, es invariable.
Un hombre me provoca siempre, la sensación de querer pertenecerle. Y de hecho gozo con pertenecer a otro hombre. Lo considero mi dueño sexual, y podemos charlar, y discutir diversas cuestiones, podemos tener dicrepancias en muchas de ellas, pero llegado el momento en que me desnuda, todo eso se termina. Ahí ya no discuto más, porque siento que me debo a él. Por eso cuando me dice: “te deseo y quiero estar contigo”, y me baja los pantalones, puede hacerme lo que le plazca. De hecho lleva la voz cantante en la relación sexual y hace lo que le da satisfacción. También me puede pedir que yo le haga cosas, a lo que nunca me he negado. Pero también siento mucho placer, en sentirme suyo fuera de la relación sexual. Siento un orgullo especial de pertenecer a ese hombre, cosa que me da mucha alegría. Claro, todo esto se da así, siempre y cuando haya afecto, amor. Creo fundamentalmente en el amor entre dos hombres. A veces me gustaría comentar todo esto con otras personas a las que les pase lo mismo, pero como saben es imposible por eso lo hago con ustedes que son mis confidentes.
Siempre tuve la inquietud de saber, por qué dentro de mi lado homosexual soy pasivo. Y si bien es todavía para mí una incógnita, como lo es mi bisexualidad, no me canso de reflexionar sobre el tema y leer todo aquello que llega a mis manos. En primer lugar les diré lo que pienso sobre la cuestión de activo-pasivo.
No defino a pasivo y activo “roles”. No los considero como tales, aunque use los términos por comodidad. Para mí son ACTITUDES Y RESPUESTAS inspiradas y generadas en nosotros, por otro hombre. Y estas actitudes responden a una infinidad de variables (internas y externas), que no voy a analizar aquí. Pongamos un ejemplo: se encuentran dos hombres. En ese encuentro ¿qué me inspira el otro? ¿cómo me hace sentir? ¿cómo respondo frente él?
La clave está en esto ¿deseo pertenecerle o dominarlo? ¿deseo ser suyo, o por el contrario deseo que sea mío? ¿me inspira el deseo de entregarle mi intimidad o de entrar a la suya para “apoderarme” de él? Puede ser que la respuesta sea la misma siempre, o que varíe de un hombre a otro, o que varíe con un mismo hombre en un mismo encuentro. De tal forma que esta respuesta puede darse en forma permanente o ser transitoria. El ser pasivo o activo, es algo que se va sintiendo en los sucesivos encuentros. Pero en todos los casos es una respuesta y una actitud hacia el otro hombre. En mi caso la respuesta es siempre la misma, y no varía de un hombre a otro. Mi respuesta frente a un hombre, en este sentido, es invariable.
Un hombre me provoca siempre, la sensación de querer pertenecerle. Y de hecho gozo con pertenecer a otro hombre. Lo considero mi dueño sexual, y podemos charlar, y discutir diversas cuestiones, podemos tener dicrepancias en muchas de ellas, pero llegado el momento en que me desnuda, todo eso se termina. Ahí ya no discuto más, porque siento que me debo a él. Por eso cuando me dice: “te deseo y quiero estar contigo”, y me baja los pantalones, puede hacerme lo que le plazca. De hecho lleva la voz cantante en la relación sexual y hace lo que le da satisfacción. También me puede pedir que yo le haga cosas, a lo que nunca me he negado. Pero también siento mucho placer, en sentirme suyo fuera de la relación sexual. Siento un orgullo especial de pertenecer a ese hombre, cosa que me da mucha alegría. Claro, todo esto se da así, siempre y cuando haya afecto, amor. Creo fundamentalmente en el amor entre dos hombres. A veces me gustaría comentar todo esto con otras personas a las que les pase lo mismo, pero como saben es imposible por eso lo hago con ustedes que son mis confidentes.
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