En un hombre pasivo siempre hay una tendencia (por mínima que sea) a experimentar lo que siente una hembra. Esta afirmación, con seguridad es aceptada por muchos y por muchos otros totalmente rechazada. La misma surge de la constatación empírica. Y voy a argumentar en favor de la misma, porque existen varios puntos a considerar. Pero también, aclarar en qué sentido la afirmo, para que no se vayan a producir falsas interpretaciones. Voy a comenzar por lo último.
Sentido
de la afirmación:
Aquí, la
expresión “tendencia” significa cambio (en Inglés “Trend”), o sea, una fuerza
que inclina a un cambio y que lleva a
experimentar la receptividad. Esa fuerza es propia de la hembra, que es quien
es receptiva desde el punto de vista biológico.
Algunos
argumentos:
Parecería
extraño, que un hombre deseara ser penetrado por otro hombre. También, parecería
extraño, que un hombre deseara penetrar a otro hombre. Pero lo segundo, no tan
extraño como lo primero. ¿Qué lleva a un hombre a desear ser penetrado por otro
hombre? ¿Qué mecanismos operan en su siquismo, que desatan una fuerza que gatilla
el deseo de ser penetrado por otro hombre? Son preguntan casi incontestables y
sólo podemos aventurar algunas hipótesis. Aún así, tienen la utilidad hacernos
pensar en nosotros mismos, y lograr aunque más no sea, una respuesta
individual.
En
general y sin pretender dar una explicación final al respecto, creo que todo
pasivo desea experimentar en carne propia, lo que siente una hembra. Desea
cambiar lo que biológicamente es, para verse como lo que no es biológicamente. Aquí
lo importante es que desea experimentar un “no ser lo que es”. Desea ser, un no
ser. No desea ser un hombre penetrado, sino una hembra penetrada por un hombre.
Este mecanismo no aparece sin un análisis, porque en la práctica lo único que
se puede apreciar es “un hombre penetrado”. Pero esa es la “foto” de lo que exteriormente
pasa, pero no es la razón por la cual pasa. Tampoco el placer es la razón, sino
que éste es la consecuencia de haber satisfecho la tendencia de haberse sentido
hembra. De ahí que, afirmar que uno es pasivo por placer, no explica la razón
por la cual se es pasivo. Lo que hace es dar cuenta que esa práctica sexual le
produce placer (cosa que es cierto), pero no explica la razón profunda de la
pasividad. En mi particular concepción, existe un cambio (tal vez generado por
razones exógenas y endógenas), que produce una tendencia, que impulsa a un
hombre a desear ser una hembra o a experimentar serlo. El problema consiste en que es
muy complejo admitirlo. Razón por la cual es más fácil no pensar en ello. Sin
embargo, eludir pensar tal vez no disminuya el placer, pero ciertamente no
produce plenitud.
31 comentarios:
Hola.
Muy aclarador este post, pues es tal vez el "no ser lo que es" lo que uno no acaba de aceptar o comprender. Pero si identifico esa especie de pensamiento de fondo desde mi adolescencia en "saber lo que siente una hembra" mas alla de sentirse mas atraido por las mujeres, o nada en absoluto por los hombres...un dilema complejo de entender. Pero gracias por orientar a la gente.
Saludos
Luis
Interesante reflexión sobre la receptividad de los pasivos, se puede ir por la vida, como bien dices, sin hacerse estos cuestionamientos internos porque es más cómodo. Gracias por tu lucidez, Marcelo. Saludos desde México.
Totalmente de acuerdo, sentirme hembra, ponerme ropa de mujer, usar tacones lo traigo muy adentro de mi, me hace sentir muy sexy y ser penetrada por un hombre es la realización a sentirte hembra. Yo desde los 12 años mas o menos me empecé a sentir atraído por los chicos, todo en secreto siempre he estado en el closet.
Hola!
Yo creo que la mejor explicación fue una que publicaste hace un tiempo en cuanto a que el hombre pasivo vive su sexualidad hacia adentro y lo "que sucede" anatómicamente-biológicamente-psíquicamente sucede en su interior tanto físico como psíquico. El macho lo vive hacia afuera, necesita de otr@ para estimularse y si bien se producen cuestiones psicológicas también poderosas desde un punto de vista sexual y genital es mucho más simple. Y lo sabemos perfecto porque también somos hombres y sabemos, en muchos casos, lo que es ser penetrativo y como se reduce en complejidad el serlo y por comparación la sexualidad pasiva es mucho más profunda y rica. Prueba está la mujer que si es receptiva lo vive de esa manera y se han escrito ríos de tinta al respecto que la mujer es más compleja que el hombre incluso en el aspecto sexual.
Eso lo cambia todo y al margen del placer que mencionas que obviamente ambos obtienen lo hacen de distinta manera y particularmente diferenciada. Y ahí se produce "la magia": un hombre que quiere penetrar a otro hombre que pudiendo ser perfectamente activo cede esa posición voluntariamente y reacondiciona su sexualidad para disfrutarlo como hembra.
Saludos
Completamente deacuerdo con este post, yo desde que tengo uso de razón me he considerado hembra , y desde que me cogió un macho por primera vez a los 17 hasta ahorita que actualmente tengo macho , he disfrutado ser penetrada y dominada , y siempre muy orgullosa de mi condición de ser una hembra 100. Mi mail es rogelio.estratika@gmail.com
Saludos
FELIZ AÑO 2021!,,SALUD PAZ FRATERNINAD,,,les deseo a todos los integrantes de este hermoso grupo, en especial a marce.
Totalmente de acuerdo!!,,es un deseo interno de sentir lo que sienten las mujeres, es psicamente un impulso , es desear sentirse desead@ por un macho, ver la exitacion masculina provocada por un cuerpo y actitud femenina de cierta forma, el sentir interno de una "hembra" es eso, entregarse a otorgar placer al macho,como "hembra" deseando sin duda ser la mujer para el ,aunque como bien lo dices, la realidad es un un cuerpo masculino penetrado por un macho,,pero nosotras lo sentimos y nos vemos como "hembras" que quiza internamente deseariamos ser mujeres,,es mi punto de vista.
Un abrazo
Primero que todo, Muy Feliz Año a todos.
Respecto a tu publicación, muy acertada como siempre.
En mi caso, debo decir que cada día voy trabajando más, reafirmando y sientiéndome orgulloso de ser un pasivo total. Si bien es cierto en la vida diaria no me veo como mujer (porque no lo soy y no pretendo serlo) si en lo profundo comparto ese lado de hembra de querer sentirme poseído, cobijado, fecundado, penetrado, dominado por un Macho. No puedo sentirme completo sin sentir esa penetración del Hombre, y no es solo sexual, esa penetración abarca todo, penetra tu alma, tu forma de ser, tu forma se comportarte hacia él, la forma de querer satisfacerlo, de servirlo también cuando (en mi caso) lo deseo.
Un Macho no pasa por ese proceso de transformación, pero sí es protagonista de el, ya que es él quien amolda a su hembra, tanto fisicamente, amoldando el interior de su hembra al tamaño de su miembro, sino también amolda la forma de ser de su hembra a su dominación, y sí, dominación, porque habiendo dos penes, es uno el que domina al otro que deja de serlo y pasa a ser sólo un aparato urinario, perdiendo la virilidad por la que fue hecho.
No me avergüenzo para nada de sentirme hembra en la cama, y si mi Macho quiere tratarme así, tampoco, ya que en parte, para él, eso soy; para un Macho penetrador, que no sufrió como nosotr@s ese cambio, no hay tanta diferencia entre fecundar a una mujer o una hembra. Así que si mi Macho quiere tratarme en la intimidad como su mujer, bienvenido sea.
Gracias nuevamente por esta instancia de poder compartir nuestras vivencias.
Saludos desde Chile
Concuerdo completamente con vos Marcela. Creo que lo que nos causa placer a la larga no es el simple hecho de ser penetradas, sino más bien lo que implica el acto en si. El hecho de que otro hombre nos someta y nos haga sentir su poder y su instinto, y ser nosotras el objeto que desencadena esa reacción en el es lo que más nos satisface sexualmente, o por lo menos en mi caso es lo qué pasa. Sentirme deseada y protegida por un macho, que me cuide, se tiene suya, etc, es lo que más me da satisfacción.
Saludos a todas.
Mi correo es melo.maldonad@gmail.com
Análisis profundo del sentir como hembra, en mi caso, definitivamente no me siento un hombre penetrado, en mi ser profundo me siento una hembra que desea sentir el poder de su macho, hace evidente la necesidad de ser receptiva, entregada y de satisfacer a su macho que nos permite nuestra realización como hembras.
Gracias Marcelo, por continuar aportando criterios, que nos permiten entendernos como las hembras que muy en nuestro interior deseamos experimentar.
Un abrazo Andrea
androw500@hotmail.com
Análisis profundo del sentir como hembra, en mi caso, definitivamente no me siento un hombre penetrado, en mi ser profundo me siento una hembra que desea sentir el poder de su macho, hace evidente la necesidad de ser receptiva, entregada y de satisfacer a su macho que nos permite nuestra realización como hembras.
Gracias Marcelo, por continuar aportando criterios, que nos permiten entendernos como las hembras que muy en nuestro interior deseamos experimentar.
Un abrazo Andrea
androw500@hotmail.com
Hola,
Disculpa la pregunta, soy pasivo y desde abril no he tenido sexo y me urge tener a un hombre dentro de mi pero tengo mis dudas respecto del coronavirus: puedo contagiarme si doy o me dan sexo oral?, puedo contagiarme si me llenan de semen?.
Agradezco de antemano tu atención.
Mi correo electrónico es jackm65@yahoo.com.mx
Saludos
Hola! hace mucho tiempo sigo tu blog y me siento muy identificad@ con tus posteos!.
Logras poner en palabras sensaciones que atravesamos y sentimos much@s en nuestro proceso de conocernos.
Coincido con vos y creo que existe algo profundo que nos impulsa ese deseo de experimentar ser la hembra frente a un macho, lo que nos da un placer sexual enorme.
Ojala tod@s podamos lograr ese descubrimiento porque nos tener un placer mucho mas amplio que solamente en lo sexual.
Saludos desde Argentina.
Sol.
Muy interesante la reflexión. Creo que en la argumentación están los elementos que se aplican en mi. Iniciando el descubrimiento de mi parte femenina podría decir que al principio experimenté solo por el deseo. (me dejé llevar) En la medida que fui aceptando esa parte de mi, descubrí que el rol femenino me hacia sentir plen@. Posteriormente solo SENTÏ, solo quise ser ELLA, afloró el deseo de ser mujer, sentirme abrazada, acariciada, poseida y penetrada. Nunca experimente el deseo de penetrar un hombre. Ahora cuando no estoy con un hombre, solo fantaseo y siento la necesidad erotica de ser ella.
Con mi saludo de año nuevo, un abrazo para ti Marcela
atentamente
albertg90@hotmail.com
En mi caso creo no fue experimentación, simplemente en ese proceso de descubrimiento de mi lado homo me sentí cada vez atraid@ por el cuerpo de un hombre. En cada momento de esa evolución o descubrimiento fui identificando mis deseos en lo físico y en lo emocional.Ya con el tiempo acepte en mi interior lo que de verdad quería y lo que sentía y finalmente asumí que me SIENTO mujer. Por eso espero que mi hombre me seduzca y me induzca, me penetre y me haga suya. Lo disfruto y me hace feliz. Tengo un espíritu femenino y cuando es posible lo dejo salir cuando tengo un hombre a mi lado.
Besos Marcela. Mi saludo de año nuevo con todo cariño.
albertg90@hotmail.com
Creo que es totalmente cierto, en mí caso al menos, estar con un hombre vestido con mí tanga, besar su boca y bajar por su pecho hasta llegar a su miembro y besarlo, lamerlo y mamarlo con devoción sintiéndome su hembra. Dejar que el maneje la penetración para sentir esa mezcla de dolor y placer, acostarme boca abajo y sentir el peso de mí hombre sobre mí, mientras me coje a su ritmo, son placeres infinitos. Si a ello sumo que descargue su semen en ni boca es la cumbre de sentirme una hembra, una hembra deseada y poseída.
En mí caso es totalmente cierto, cuando estoy con mí hombre me siento una mujer que solo piensa en darle placer a su amante y ser suya, ser penetrada y poseída por un macho.
Adoro besar su boca y bajar a su miembro para besarlo, lamerlo y chuparlo con devoción, me gusta estar boca abajo y sentir sobre mí el peso de mí hombre y que el maneje la penetración.
Desde mí realidad es totalmente cierto, me siento una hembra cuando estoy con mí hombre, mí objetivo es darle placer y ser suya.
Vestido con mí tanga adoro besarlo y bajar por su pecho hasta su miembro para besarlo, lamerlo y chuparlo con devoción.
Me gusta estar boca abajo y sentir sobre mí el peso de su cuerpo, que el maneje la penetración, la profundidad y velocidad de su cojida, tomándome y haciendome sentir esa combinación de placer y dolor. Sentir sus jadeos, su cuerpo transpirado y que bese mí cuello y orejas.
Y al acabar sentir expulsar su semen en mí boca es el punto culminante de su posesión a mí cuerpo.
Adoro sentirme su hembra.
En mi caso particular ahora me doy cuenta que la tendencia siempre estuvo. Siempre quise ser "mimado", "conducido", "halagado", sentir que alguien con autoridad estuviera "sobre mi".
Por supuesto haber nacido varon y por la educación recibida me envio en el sentido opuesto, pero cada tanto eso me acosaba.
Luego de la larga vuelta de la vida, me doy cuenta que no quiero "tomar la iniciativa", "ser fuerte" ni "dar".
Quiero entregarme, quiero que otro tome la iniciativa, que otro me "tome", que me "haga suya".
No, no puede ser una mujer dominante, no me produce nada eso, tiene que ser un hombre. Quiero que un hombre sea mi macho aunque sea por un momento, quiero "recibir" y no dar.
...
En realizar eso estoy, en cuanto se pasen estos tiempos de cuarentena y problemas, en finalmente "recibir" , ser la "hembra" de un hombre.
En mi caso , más allá del placer que me provoca que me penetren , es sentirme una hembra con mi macho , sentirme dominado , sofomizado. Me da mucho placer complacer a mi macho , practicarle sexo oral hasta tragar su leche , de tal forma que sólo cuando él a acabado, me tomo la libertad de masturbarme .
D
Totalmente de acuerdo. Porque me siento hembra soy pasivo total. A mis once años me encontré con una tanga colgando de la ducha. Fue irresistible. Quise sentir como una mujer. Todavía recuerdo aquellas sensaciones. Verme fem frente al espejo. No pude parar. A las tangas le siguieron las medias, los portaligas, los tacos, corpiños y maquillaje. Cada día quería un poco más del mundo femenino. Se interrumpió sin saber aún por qué. A mis 20 años, una noche de estudio, en tiempo de facultad, me estremecí cuando un compañero de clases me miró fijamente. Lo percibió, se me acercó y sin que yo dejara de temblar, me beso. Nadie me había enseñado a comportarme como una mujer, pero basta ver su enorme miembro frente a mí para que terminara de rodillas sabiendo que ese era el objeto de mi deseo, que debía estimularlo con cariño y que él me daría hermosas sensaciones. Sentirme frágil, clavada, dolorida y mojada era para mí una cuestión natural. Me sentía fuerte con mi hombre dentro mío. Era el objeto de su deseo. Verme linda, maquillarme, pasearme frente a él comenzó a ser mi tarea. Nadie me había enseñado nada. Luego descubrí la emoción de sentir los piropos de los chicos cuando pasaba a su lado con una minifalda y superproducida para ir de dancing. Comencé a sentirme mujer. No me daba cuenta pero siempre había sido pasivo porque siempre quise ser mujer. De repente deje de usar mi miembro, comencé a desear no tenerlo y a tener orgasmo diferentes. Soy totalmente pasivo porque soy hembra con hambre de hombres. No me impuse ser pasivo. Fue algo que decantó naturalmente a medida que exploraba, disfrutaba y me identificaba con el mundo fem. Para mí, pasivo y hembra son sinónimos que en algún momento se juntan. Besos Marce. Como siempre, hermoso tu blog. claraamor261@hotmail.com
Muy interesante la exposicion del tema. No es habitual encontrar este tipo de razonamiento, y para alguien que experimenta el deseo de sentirse hembra confirma esta teoria.
Este blog esta dedicado a ello y estas explicaciones ayudan a muchos que puedan sentirse mal por tener esos deseos de sentirse hembra o saber lo que siente una hembra al ser penetrada por un macho.
Gracias. Esperamos nuevos aportes.
Andres
Es verdad todo y por eso cada ves una se quiere ver más como mujer
Virtualesn@yahoo.com
Muy cierto y profundo como siempre Marcelo
esto solo lo experimentamos nosotras, ninguna mujer que nos acompaña en la vida cuando somos casadas lo podrian entender ni los activos o los heteros.
hola a todas y a Marcelo
quiero plantear una inquietud y curiosidad que tengo, disculpen q lo haga en este espectacular y asertado escrito, les ha pasado que cuando se citan para hacer el delicioso con su Macho, experimentan como una preparacion inconciente e involuntaria de la zona ano rectal? como si se dilatara en cierta forma los esfinteres
tal vez suena a locura pero me sucede
Eso expresa totalmente lo que siento dentro mío
Me identifico totalmente con tu descripcion
Eso es precisamente lo que yo experimento al entregarme a un macho
Muy interesante pensar estas cosas y la verdad es que me sentí muy identificado. Porque en mi caso, yo tengo bien claro que soy pasiva, no por las sensaciones directamente generadas durante la penetración. De hecho, toda penetración genera incomodidad como mínimo, y dolor a veces. Y en mi caso, me gusta que la penetración duela un poco. Entonces, ¿por qué DISFRUTO ser pasivo? Creo que lo que me gusta de ser pasivo es justo esta fantasía de ser tratada como una hembra, tanto humana como animal. Me gusta que un macho me hable como su mujer sumisa (qué me diga que me chupará mis tetas, que me diga que le voy a dar la panocha; que me trate como hembra femenina pues), pero también que me someta a la fuerza como cuando los machos montan a las hembras en la naturaleza, sin que medie ningún tipo de placer. Me gusta complacer a un hombre viril que, al igual que los animales, solo hace su “trabajo”, lo que le corresponde; que es depositar su semilla en el vientre de la hembra para crear vida nueva. En ese sentido, supongo que lo que me gusta de ser pasiva es que, al sentirme hembra en estos niveles, siento que cumplo con mi trabajo, con lo que la naturaleza (y Dios, para los que creen en algo más grande que nosotros) estableció. Pero a diferencia de los animales, acá, ser el depósito de semen de un macho SÍ QUE GENERA INMENSO PLACER EN EL MACHO. Esto propicia que el hombre busque activamente nalgas de pasivas para penetrar, incluso cuando no es temporada de apareamiento, como en el mundo animal. En este sentido, supongo que otro de los placeres que obtengo de ser hembra pasiva es la satisfacción de saber que he complacido y satisfecho a un hombre caliente, deseoso por esparcir su semilla dentro de una hembra, como debe de ser. Como ven, el placer es mucho más psíquico que físico, o mejor dicho, el placer psíquico es mucho más profundo porque me define de manera identitaria. Si algo me encanta es yacer boca abajo, en el borde de la cama, desnuda y lista para que mi hombre me monte. La visión de un hombre desnudo, peludo, viril, mostrando con orgullo su sexo erecto, listo para enterrarlo entre mis nalgas, es algo que me da un enorme placer, y es Justo lo que persigo al buscar el coito: sentirme disponible, sometida, dominada, subyugado, asumiendo el papel que la naturaleza les ha dado a las hembras.
Muy de acuerdo con tu comentario Daniel. Nosotras nos sentimos así y es lo que nos gusta "sentirme disponible, sometida, dominada, subyugado" eso exactamente, por eso no nos preocupa nuestro placer "fisico" o el orgasmo, lo sublimamos en el placer de servir al hombre. Hablame a lgarcia800 at gmail.com si quieres hablar con otra hembra.
Publicar un comentario